Este blog no tiene actualizaciones, y se lee hacia atrás, solo es una recopilación de distintas publicaciones de otros blog expertos en estos temas... las publicaciones no son mías... Y me atrevo a publicarlas para que conozcas la Bimilenaria tradición de la Iglesia.

martes, 31 de mayo de 2011

Grados de certidumbre teológica



1.-Tienen el supremo grado de certeza las verdades reveladas inmediatamente. El asenso de fe que a ellas se presta radica en la autoridad misma del Dios revelador (fides divina), y cuando la Iglesia garantiza con su proclamación que se hallan contenidas en la revelación, entonces dichas verdades se apoyan también en la autoridad del magisterio infalible de la Iglesia (fides católica). Cuando son propuestas por medio de una definición solemne del Papa o de un Concilio Universal, entonces son verdades de fe definida (de fide definita).

2.-Las verdades católicas o doctrinas eclesiásticas sobre las que ha fallado de forma definitiva el magisterio infalible de la Iglesia hay que admitirlas con un asenso de fe que se apoya únicamente en la autoridad de la Iglesia (fe eclesiástica). La certidumbre de estas verdades es infalible como la de los dogmas propiamente dichos.

3.-Verdad próxima a la fe (fidei proxima), es una doctrina considerada casi universalmente por los teólogos como verdad revelada, pero que la Iglesia no ha declarado todavía como tal de forma definitiva.

4.-Una sentencia perteneciente a la fe o teológicamente cierta (“ad fidem pertinens vel theologice certa”) es una doctrina sobre la cual no ha hecho todavía manifestaciones definitivas el magisterio eclesiástico, pero cuya verdad está garantizada por su conexión íntima con la doctrina revelada (conclusiones teológicas).

5.-Sentencia común es una doctrina que, aunque todavía cae dentro del campo de la libre discusión, es sostenida generalmente por todos los teólogos.

6.-Opiniones teológicas de inferior grado de certeza son las sentencias probables, más probable, bien fundada y la llamada sentencia piadosa, por tener en cuenta la piadosa creencia de los fieles (“sententia probabilis ,probabilior, bene fundata, pia”). El grado ínfimo de certeza lo posee la opinión tolerada, que sólo se apoya en débiles fundamentos, pero es tolerada por la Iglesia.

A propósito de la declaraciones del magisterio eclesiástico, hay que tener en cuenta que no todas las manifestaciones de dicho magisterio en materia de fe y costumbres son infalibles, y por tanto, irrevocables. Son infalibles únicamente las declaraciones del Concilio Ecuménico que representa al episcopado en pleno y las declaraciones del Romano Pontífice cuando habla ex cathedra. El magisterio del Romano Pontífice en su forma ordinaria y habitual no es infalible. Tampoco las decisiones de las congregaciones romanas (Congregación para la Doctrina de la Fe, Comisión Bíblica), son infalibles. No obstante, hay que acatarlas con interno asentimiento (assensus religiosus) motivado por la obediencia ante la autoridad del magisterio eclesiástico. No es suficiente como norma general el llamado respetuoso silencio. Excepcionalmente puede cesar la obligación de prestar el asenso interno cuando un apreciador competente, después de examinar reiterada y concienzudamente todas las razones, llega a la convicción de que la declaración radica en un error. .


Dios Trino y Uno (Dogmas)




  .1.-Dios, nuestro Creador y Señor, puede ser conocido con certeza a la luz de la razón natural por medio de las cosas creadas.

El Concilio Vaticano I definió: “Si quis dixerit, Deum unum et verum, creatorem et Dominum nostrum, per ea quae facta sunt naturali rationis humanae lumine certo cognosci non posse, a.s.” Dz 1806; cf. 1391, 1785

  .2.-La existencia de Dios no sólo es objeto del conocimiento de la razón natural, sino también objeto de la fe sobrenatural.

El símbolo de fe (Credo), comienza diciendo “Credo in unum Deum”. El Concilio Vaticano I enseña: “Sancta católica apostólica romana Ecclesia credit et confitetur, unum esse Deum”; Dz 1782. El mismo Concilio condena como herejía la negación de la existencia de Dios; Dz 1801.

  .3.-La esencia de Dios es incomprensible para los hombres.

El Concilio IV de Letrán (1215), y el Concilio del Vaticano llaman a Dios “incomprensible” (incomprehensibilis); El Concilio de Letrán le llama “inefable” (ineffabilis); Dz 428, 1782.

  .4.- Los bienaventurados en el Paraíso gozan de un conocimiento inmediato e intuitivo de la esencia divina.

S.S. Benedicto XII proclamó en la constitución dogmática Benedictus Deus (1336): “Vident (sc, animae sanctorum) ,divinam essentiam visione intuitiva et etiam faciali, nulla mediante creatura in ratione objecti visi se habente, sed divina essentia inmediate se nude, clare et aperte eis ostendente”. (Las almas de los bienaventurados ven la esencia divina en visión intuitiva y cara a cara, sin que se interponga criatura alguna como medio de la visión, sino mostrándoseles la divina esencia con toda inmediatez, diafanidad y claridad); Dz 530. El Concilio de Florencia (1438/45), precisó así cuál era el objeto del conocimiento de Dios que poseen los bienaventurados: “intueri (sc. animas sanctorum) clare ipsum Deum trinum et unum, sicuti est” (las almas de los bienaventurados intuyen claramente al Dios trino y uno tal como es); Dz 693.

  .5.-La visión inmediata de Dios supera la natural capacidad cognoscitiva del alma y es, por tanto, sobrenatural.

El Concilio de Vienne (1311/12), condenó los errores de los begardos y beguinos: “Quod anima non indiget lumine gloriae ipsam elevante ad Deum videndum et eo beate fruendum”; Dz 475.

  .6.-El alma necesita la luz de la gloria para ver inmediatamente a Dios.

Dz 475.

  .7.-La esencia de Dios es también incomprensible para los bienaventurados del cielo.

Dz 428, 1782.

  .8.-Los atributos divinos se identifican realmente tanto con la esencia divina como entre sí.

El sínodo de Reims (1148) desaprobó la doctrina de Gilberto de Poitiers, “Credimus et confitemur simplicem naturam divinitatis esse Deum, nec aliquo sensu católico posse negari, quin divinitas sit Deus et Deus divinitas…credimus, nonnisi ea sapientia, quae est ipse Deus, sapientem esse, nonnisi ea magnitudine, quae est ipse Deus, mágnum esse”; Dz 389. El Concilio de Florencia declaraba en el Decretum pro Iacobitis (1441): “En Dios todo es uno, siempre que no obste una oposición relativa”; Dz 703.

  .9.-Dios es absolutamente perfecto.

El Concilio Vaticano enseña que Dios es infinito en cada perfección (“omni perfectione infinitus”); Dz 1782.

  .10.-Dios es actualmente infinito en cada perfección.

El Concilio Vaticano dice de Dios que “es infinito en entendimiento y voluntad y toda perfección” (intellectu ac voluntate omnique perfectione infinitus); Dz 1782.

  .11.-Dios es absolutamente simple.

El Concilio IV de Letrán y el Concilio Vaticano enseñan que Dios es sustancia o naturaleza absolutamente simple (“substantia seu natura simples omnino”); Dz 428, 1782.

  

  .12.- No hay más que un solo Dios.

El símbolo niceno-constantinopolitano profesa “Credo in unum Deum”; Dz 54, 86. El Concilio IV de Letrán declara “Unus solus est verus Deus”; Dz 428; cf 1782. Se oponen a este dogma básico el politeísmo de los paganos y mormones, y el dualismo gnóstico-maniqueo.

  .13.-El único Dios es verdadero Dios en sentido ontológico.

El Concilio IV de Letrán y el Concilio Vaticano llaman a Dios “Deus verus” (Dios verdadero), pues Él sólo responde perfectamente a la idea de Dios.

  .14.-Dios posee una inteligencia infinita.

El Concilio Vaticano muestra a Dios dotado de un entendimiento infinito (intellectu infinitus); Dz 1782. De ahí que Dios no pueda de modo alguno incurrir en error (“qui nec falli… potest”); Dz 1789.

  .15.-Dios es absolutamente veraz.

El Concilio Vaticano dice que Dios no puede engañar (“qui nec falli… potest”); Dz 1789, cf. Dz 1782: “omni perfectione infinitus”.

  .16.- Dios es absolutamente fiel.

Cf. Dz 1789, 1782.

  .17.- Dios es la bondad ontológica absoluta, en sí y en relación con los demás.

El Concilio Vaticano dice de Dios que “es infinito en entendimiento y voluntad y toda perfección” (intellectu ac voluntate omnique perfectione infinitus); Dz 1782, y que en la creación difundió sus bienes entre las criaturas (“per bona, quae creaturis impertitur”, Dz 1783)

  .18.- Dios es la absoluta bondad moral o santidad.

Dz 1782.La liturgia ensalza la santidad de Dios en el Sanctus de la Misa.

  .19.- Dios es absolutamente benigno.

Dz 1782.

  .20.-Dios es absolutamente inmutable.

El Concilio IV de Letrán y el Concilio Vaticano enseñan que Dios es inmutable (inconmmutabilis); Dz 428, 1782.

  .21.- Dios es eterno.

El símbolo Quicumque profesa: “Aeternus Pater, aeternus Filius, aeternus Spiritus Sanctus et tamen non tres aeterni, sed unus aeternus”; Dz 39.

El Concilio IV de Letrán y el Concilio Vaticano asignan a Dios el predicado de “eterno”; Dz 428, 1782.

  .22.-Dios es inmenso.

El símbolo Quicumque enseña: “Immensus Pater, immensus Filius, immensus Spiritus Sanctus, sed tamen non tres immensi, sed unus immensus”; Dz 39. El Concilio IV de Letrán y el Concilio Vaticano aplican a Dios el atributo de “inmenso”; Dz 428, 1782.

  .23.- Dios se encuentra presente en todo espacio creado (Dios es Omnipresente)

Contenido en el Dogma de la Inmensidad Divina como la parte en el todo.

  .24.-El conocimiento de Dios es infinito.

El Concilio Vaticano dice que Dios es infinito en su inteligencia (“intellectu infinitus”); Dz 1782.

  .25.-Dios conoce todas las cosas puramente posibles.

Dz 1782.

  .26.-Dios conoce todo lo real que ha existido en el pasado, existe en el presente y existirá en el futuro.

Dz 1782.

  .27.-La voluntad de Dios es infinita.

El Concilio Vaticano enseña que Dios posee una voluntad infinita (voluntate infinitus); Dz 1782.

  .28.-Dios quiere y se ama a sí mismo necesariamente, y a las cosas distintas de sí libremente.

El Concilio Vaticano declaró: “Si quis dixerit Deum non voluntate ab omni necesítate libera, sed tam necesario creasse, quam necesario amat seisum, a.s.”; Dz 1805.

  .29.- Dios es Omnipotente.

El símbolo apostólico confiesa: “Credo in Deum Patrem omnipotentem”, cf. Dz 428, 1782.

  .30.-Dios es Señor de cielos y tierra.

Dz 1782.

  .31.- Dios es infinitamente justo.

Dz 1782.

  .32.- Dios es infinitamente misericordioso.

Dz 1782.

 

Dios Trino en Personas (Dogmas)



1.-En Dios hay tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo; y cada una de ellas posee la esencia divina que es numéricamente la misma…

La más antigua fórmula magisterial de fe en la Trinidad es el símbolo apostólico, que es su forma romana sirvió desde el siglo II para la enseñanza de los catecúmenos, y como profesión de fe en la administración del Bautismo, este símbolo está construido sobre la fórmula bautismal de Mateo 28, 29; Dz 1-12.
 El símbolo niceno puso de manifiesto la divinidad del Hijo y su consustancialidad con el Padre; Dz 54.
 El símbolo Quicumque, tiene una forma estructurada de la doctrina trinitaria de la Iglesia, en contra del sabelianismo y el triteísmo.
 La formulación más perfecta de la doctrina trinitaria en la época patrística la constituye el símbolo del Concilio XI de Toledo (675), compuesto de textos de Padres de la Iglesia; Dz 275-281.
 El Concilio IV de Letrán condenó el error triteísta de Joaquín de Fiore (Dz 428), y el Concilio de Florencia, que en el Decretum pro Iacobitis, presentó un compendio sobre la Trinidad. En su bula Auctorem fidei, el Papa Pío VI declara como acertada expresión referente a la Trinidad: “Deus unus in tribus personis discinctis”; Dz 1596.
 Génesis 1:26, Éxodo 3:2-14, Lucas 1:35, Mateo 3:16, Juan 1:32, etc.
 San Clemente Romano a los Corintios (46, 6); San Ignacio de Antioquia (Magn 13, 1; Eph 9, 1); San Justino (Apol. 1, 13); Atenágoras (Suppl.10); Tertuliano (Adv. Prax.).

2.-En Dios hay dos procesiones divinas inmanentes.

Los símbolos de Fe nos hablan de dos procesiones inmanentes en Dios: la generación del Hijo y la procesión del Espíritu Santo; cf Dz 86.
 Juan 8:42, , Juan 15:26.

3.-El sujeto de las procesiones divinas inmanentes (en sentido activo y pasivo), son las personas divinas, no la naturaleza divina.

El Concilio IV de Letrán defendió la doctrina de Pedro Lombardo contra los ataques del abad Joaquín de Fiore, declarando “Illa res (sc. substantia divina), non est generans neque genita nec procedens, sed est Pater, qui generat, et Filius, qui gignitur, et Spiritus Sanctus, qui procedit”; Dz 432.
 La Sagrada Escritura aplica sólo a las Divinas Personas los verbos Engendrar y Proceder.

  

4.- La segunda Persona Divina procede la primera por generación y guarda con ella la relación de Hijo a Padre.

El símbolo Quicumque confiesa: “Filius a Patre solo est, non factus, nec creatus, sed genitus”, Dz 39; cf el símbolo niceno (Dz 54).
 Juan 5:18, Romanos 8:32, Juan 4:9, Mateo 3:17, Romanos 8:29, Salmo 2:7, Hebreos 1:5.

5.-El Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo, como de un solo principio y por medio de una única espiración.

El Concilio Ecuménico de Lyon II (1274), declaró contra el sínodo constantinopolitano ortodoxo: “Fideli ac devota professione fatemur, quod Spiritus Sanctus aeternaliter ex Patre et Filio, non tanquam ex duobus principiis, sed tanquam ex uno principio, non duabus spirationibus, sed unica spiratione procedit”; Dz 460, fc. El símbolo del Concilio Toledano del año 447 (Dz 19), el símbolo Quicumque (Dz 39), el símbolo del Concilio XI de Toledo en el año 675 (Dz 277), el Caput firmiter del Concilio IV de Letrán (Dz 428) y el Decretum pro Graecis e igualmente el Decretum pro Iacobitis del Concilio  de Florencia (Dz 691, 703). La primera vez que el aditamento “et Filio” aparece introducido en el símbolo niceno-constantinopolitano es en el Concilio III de Toledo del año 589
 Mateo 10:20, Gálatas 4:6, Hechos 16:7, Romanos 8:9, Filipenses 1:19, Juan 15:26.
 Tertuliano (Adv.Prax.4), San Hilario (De Trin.XII, 56), San Ambrosio (De Spiritu Sancto 1, 120), San Agustín (In Ioan .tr.99,6; De Trin.XV,27,48).

6.-El Espíritu Santo no procede por generación.

El símbolo Quicumque confiesa, refiriéndose al Espíritu Santo: “nec genitus, sed procedens”; Dz 39; cf Dz 277, 303.
 La Escritura y la Tradición sólo hablan de un Hijo Unigénito, y la Tradición ya negó explícitamente que el Espíritu Santo proceda por generación: San Atanasio (Ep. Ad Serap 1, 16), San Agustín, C. Maxim II 14, 1.

7.-Las relaciones en Dios se identifican realmente con la esencia divina.

El símbolo de Reims (1148), declaró contra Gilberto de Poitiers, que en Dios no hay realidades, bien sean relaciones o propiedades o singularidades o unidades o lo que fuere, que existan desde la eternidad y no sean idénticas con Dios (“quae non sint Deus”); Dz 391. La proposición positiva es: “Quidquid in Deo est, Deus est”. El Concilio de Florencia declaró “In Deo omnia sunt unum, ubi non obviat relationes oppositio”; Dz 703.

8.-En Dios todo es uno, mientras no exista oposición relativa.

El llamado principio fundamental trinitario, formulado primero por San Anselmo de Cantorbery (De processione Spiritus S.2) y confirmado después solemnemente por el Concilio de Florencia en el Decretum pro Iacobitis (1441): “In Deo omnia sunt unum, ubi non obviat relationis oppositio” (Dz 703).

9.-Las tres Divinas Personas in-existen entre sí o están la una en las otras (pericóresis trinitaria).

El Concilio de Florencia, en el Decretum pro Iacobitis enseñaba con San Fulgencio (De fide ad Petrum 1, 4): “Propter hanc unitatem Pater est totus in Filio, totus in Spiritu Sancto; Filius totus est in Patre, totus in Spiritu Sancto; Spiritus Sanctus totus est in Patre, totus in Filio”; Dz 704.
 Juan 10:30; 10:38, Juan 14:9ss, 1Corintios 2, 10ss.
 San Juan Damasceno (De fide orth. 1 8;I 14;III 5).

10.-Todas las operaciones de Dios ad extra son comunes a las tres Divinas Personas.

El Concilio IV de Letrán (1215), enseña en el capítulo Firmiter que las tres divinas personas constituyen un único principio de todas las cosas (“unum universorum principium”; Dz 428). El Concilio de Florencia declara en el Decretum pro Iacobitis (1441): “Pater et Filius et Spiritus Sanctus non tria principia creaturae, sed unum principium”, Dz 704, cf. Dz 254, 281, 284.
 Juan 5:19, Juan 14:10
 San Agustín  (De Trin. 1 4, 7; Sermo 213, 6, 6).

Dios Creador (Dogmas)



1.-Todo cuanto existe fuera de Dios ha sido sacado de la nada por Dios en cuanto a la totalidad de su sustancia.

El Concilio Vaticano declaró: “Si quis non confiteatur mundum resque omnes, quae in eo continentur, et spirituales et materiales, secundum total suma substantiam a Deo ex nihilo esse productas, a.s.”; Dz 1805, cf. El símbolo de fe y el capítulo Firmiter (Dz 428)
 Isaías 42:8, Salmo 88:12, Ester 13:10, Génesis 1:1, 2Macabeos 7:28, Sabiduría 1:14.
 El Pastor de Hermas (Mand. 1, 1); San Teófilo de Antioquia (Ad Autol. II 4, 10); San Ireneo (Adv. Haer 1, 22, I), Tertuliano (Adv. Hermogenem I), San Agustín (De Genesi contra Manichaeos)

2.-Dios fue movido por su bondad a crear libremente el mundo.

El Concilio Vaticano declaró: “Deus bonitate sua et omnipotenti virtute, non ad augendam suma beatitudem nec ad acquirendam, sed ad manifestandam perfectionem suam per bona, quae creaturis impertitur, libérrimo consilio… utramque de nihilo condidit creaturam”; Dz 1783.
 Proverbios 16:4, Orígenes (De Princ.. II, 9, 6), San Agustín (De doctr. Christ I 32, 35), San Juan Damasceno (De fide orth 11, 2).

3.-El mundo ha sido creado para gloria de Dios.

El Concilio Vaticano definió: “Si quis… mundo ad Dei gloriam conditum esse negaverit, a.s.”; Dz 1805.
 Salmo 18:2, Daniel 3:52ss, Salmo 146-150, Romanos 2:36, Tertuliano (Apol. 17)

4.-Las tres Divinas Personas constituyen un único y común principio de la creación.

El Concilio de Florencia declaró en el Decretum pro Iacobitis (1441): “Pater et Filius et Spiritus Sanctus non tria principia creaturae, sed unum principium”, Dz 705, cf. Dz 428.
 Juan 5:19, Juan 14:10, Mateo 11:25, Juan 1:3, Colosences 1:15, 1Corintios 8:6, Hebreos 1:2, San Agustín (De Trin. V 13, 14).

5.-Dios creó el mundo libre de toda coacción externa y de toda necesidad interna.

El Concilio Vaticano declaró que Dios “con libérrima decisión” (liberrimo consilio) y con voluntad libre de toda coacción (voluntate ab omni necessitate libera), realizó el acto creador; Dz 1783, 1805, cf. Dz 706.
 Salmo 134:6, Apocalipsis 4:11, Sabiduría 9:1, San Agustín (Enarr. In Ps 134:10), San Ireneo (Adv. Haer. II, 1, 1; 3 8, 3).

6.-Dios creó un mundo bueno..

El Concilio de Florencia declaró en el Decretum pro Iacobitis (1441), contra los errores del maniqueísmo, que no hay naturaleza que sea mala en sí, puesto que toda naturaleza en cuanto tal, es buena: “nullamque mali asserit esse naturam, quia omnis natura, in quantum natura est, bona est”; Dz 706, cf. Dz 428.
 Génesis 1:31, Eclesiástico 39:21, 1Timoteo 4:4.

7.-El mundo tuvo principio en el tiempo.

El Concilio IV de Letrán, y el Concilio Vaticano I señalan: “simbul ab initio temporis utramque de nihilo condidit creaturam”; Dz 428, 1783. Al mismo tiempo condenaron la teoría de la eternidad del mundo; Dz 501-503.
 Juan 17:5, Efesios 1:4, Salmo 101:26, Génesis 1:1, Salmo 89:2, Juan 17:24.
 Taciano (Or. Ad Graecos 5), San Ireneo (Adv. Haer II 34, 2), San Basilio (In Hexaem. hom 1,7).

8.-Dios ha creado Él sólo el universo. (incomunicabilidad del poder creador)

El Concilio IV de Letrán definió que la Santísima Trinidad es “principio único del universo, hacedor de todas las criaturas”; Dz 428.
 Isaías 44:24, Hebreos 3:4, Salmo 88:12, Juan 1:3, Apocalipsis 4:11, San Ireneo (Adv. haer. IV 20, 1), San Agustín (De Civ. Dei XII 24).

9.-Dios conserva en la existencia a todas las cosas creadas.

En contra del deísmo, que sostiene que Dios abandonó el mundo a sí mismo, el Concilio Vaticano I declaró: “Dios protege con su providencia todas las cosas que ha creado”, es decir, las preserva de caer en la nada; Dz 1784, cf. Catecismo Romano 1 2, 21: “Si la providencia divina no conservara las cosas con el mismo poder con que las creó en un principio, volverían en seguida a recaer en la nada.”.
 Sabiduría 11:26, Juan 5:17, Colosences 1:17, Hebreos 1:3, San Agustín (De Gen. ad litt . V 20, 40), San Ireneo (Adversus Haereses. II 34, 2s.).

10.-Dios protege y gobierna con su providencia a todas las criaturas.

El Concilio Vaticano I, en contra del fatalismo pagano, deísmo y materialismo, enseña: “Universa, quae condidit, Deus providentia sua tuetur atque gubernat, attingens a fine usque ad finem fortiter et disponens omnia suaviter”; Dz 1784; cf. Dz 239 s.
 Sabiduría 6:8, Hechos 17:25, 1Pedro 5:7.
 San Juan Crisóstomo (Ad Stagyrium), Teodoreto de Ciro (10 sermones de providencia).

11.- El primer hombre fue creado por Dios.

El Concilio IV de Letrán y el Concilio Vaticano I definen: “utramque de nihilo condidt creaturam, spiritualem et corporalem… ac deinde humanam quasi communem ex spiriti et corpore constitutam”; Dz 428, 1783.
 Génesis 1:27, Génesis 2:7, San Agustín (In. Io. tr. 9, 10).

12.-El hombre consta de dos partes esenciales: el cuerpo material y el alma espiritual.

El Concilio IV de Letrán y el Concilio Vaticano I enseñan: “deinde (condidit creaturam) humanam quasi communem ex spiritu et corpore constitutam”; Dz 428, 1783.
 Génesis 2:7, Eclesiastés 12:7, Mateo 10:28, 1Corintios 5:3.

13.-El hombre no posee más que una sola alma racional.

Contra el tricotomismo de Platón, los maniqueos, gnósticos y apolinaristas, y Anthon Gunter, el VII Concilio Ecuménico de Constantinopla (869-870), condenó la teoría bianímica declarando: “unam animam rationabilem et intellectualem habere hominem”; Dz 338.
 Cf. Anterior.

14.-El alma racional es inmediatamente la forma sustancial del cuerpo.

Así lo declaró el Concilio de Vienne, contra Platón, Descartes y Leibnitz, “quod anima rationalis seu intellectiva sit forma corporis humani per se et essentialiter”; Dz 481; cf 738, 1655.
 Génesis 2:7, Ezequiel 37:1ss., Símbolo Quicumque (Dz 40), San Agustín (De Civ. Dei XXI 3, 2), San Juan Damasceno (De fide orth. Il, 12).

15.- Cada hombre posee un alma individual e inmortal..

El V Concilio de Letrán (1512-17), condenó a los neoaristotélicos de tendencia humanista que enseñaban el monopsiquismo averroísta (que cree que el alma racional es en todos los hombres la misma numéricamente y que esa alma universal goza de inmortalidad), definió el Concilio: “damnamus et reprobamus omnes asserentes animam intellectivam mortalem esse aut unicam in cunctis hominibus”; Dz 738.
 Génesis 15:15, Deuteronomio 31:16, 1Reyes 2:10, Sabiduría 2:23, Mateo 10:28, Filipenses 1:23.

16.-Dios ha señalado al hombre un fin último sobrenatural.

El Concilio Vaticano I funda la necesidad absoluta de la revelación en la destinación del hombre a un fin sobrenatural: “Deus ex infinita bonitate sua ordinavit hominem ad finem supernaturalem, ad participanda scilicet bona divina, quae humanae mentis intelligentiam omnino superant”; Dz 1786, cf. Dz 1808.
 1Corintios 13:12, Juan 3:2.

17.- Nuestros primeros padres estaban dotados de gracia santificante antes del pecado original.

En contra del pelagianismo y el racionalismo moderno, el Concilio de Trento enseña: “primum hominem Adam… sanctitatem et iustitiam, in qua constitutus fuerat, amisisse”; Dz 788, cf Dz 1921
 Romanos 5:12ss., Efesios 1:10, 1Corintios 6, 11. San Agustín (De Gen. ad litt. VI 24, 35).

18.- Nuestros primeros padres estaban dotados de inmortalidad corporal.

El Concilio de Trento definió que el castigo por el pecado fue la muerte corporal, que antes no se tenía: “Si quis non confiteur, primum hominem adam… incurrisse, per offensam praevaricationis huiusmodi, iram et indignationem Dei, atque ideo mortem, quam antea illi comminatus fuerat Deus, a.s.”; Dz 788, cf. Dz 101, 175, 1078, 2123.
 Génesis 2:17, Sabiduría 1:13, Romanos 5:12, San Agustín (De Gen. ad litt. VI 25, 36).

19.-Nuestros primeros padres pecaron gravemente en el Paraíso transgrediendo el precepto divino que Dios les había impuesto para probarles.

El Concilio de Trento definió que Adán perdió la justicia y la santidad por transgredir el precepto divino; Dz 788.
 Génesis 2:17 y 3, 1, Eclesiástico 25:33, 2Corintios 11:3, Juan 8:44, San Agustín  (Op. Imperf. c. Jul 1 105).




20.- Los protoparentes perdieron por el pecado la gracia santificante y atrajeron sobre sí la cólera y el enojo de Dios.

Dz 788.
 Génesis 3:16.

21.-Los protoparentes quedaron sujetos a la muerte y al señorío del diablo.

Dz 788.
 Génesis 3:15, Juan 12:31, 2Corintios 4:4, Hebreos 2:14, 2Pedro 2:19.

22.- El pecado de Adán se propaga a todos sus descendientes por generación, no por imitación (existencia del pecado original).

El Concilio de Trento declaró en el Decretum super peccato originali, que Adán pecó para todos y no sólo para sí mismo; Dz 789-791.
 Salmo 50:7, Job 14:4, Romanos 5:12-21, San Agustín (De nupt. et concup. 11 12, 25), San Cipriano (Contra Iul. 1 6, 22).

23.-El pecado original se propaga por generación natural.

El Concilio de Trento define: “propagatione, non imitatione transfusum ómnibus”; Dz 790.

  

24.-En el estado de pecado original, el hombre se halla privado de la gracia santificante y de todas sus secuelas, así como también de los dones preternaturales de integridad.

Dz 788 s.
 Juan 12:31, 2Corintios 4:4, Hebreos 2:14, 2Pedro 2:19.

25.-Las almas que salen de esta vida en estado de pecado original están excluidas de la visión beatífica de Dios.

El Concilio Ecuménico de Lyon II (1274), y el Concilio de Florencia declararon: “Illorum animas, qui in actuali mortali peccato vel solo originali decedunt, mox in infernum descendere, poenis tamen disparibus puniendas”; Dz 464, 693; cf. 493 a.
 Juan 3:5.

26.-Dios, al principio del tiempo, creó de la nada unas sustancias espirituales que son llamadas ángeles.

Así lo declaran el Concilio IV de Letrán y el Concilio Vaticano I: “simul ab initio temporis utramque de nihilo condidit creaturam, spiritualem et corporalem, angelicam videlicet et mundanam”; Dz 428, 1783.
 Éxodo 20:11, Colosences 1:16, Salmo 148:2-5.

27.-La naturaleza de los ángeles es espiritual.

Los Concilios IV de Letrán y el del Vaticano identifican la naturaleza espiritual con los ángeles: “simul ab initio temporis utramque de nihilo condidit creaturam, spiritualem et corporalem, angelicam videlicet et mundanam”; Dz 428, 1783.
 1Reyes 22:21, Daniel 3:86, Sabiduría 7:23, 2Macabeos 3:24, Mateo 8:16, Apocalipsis 1:4, Efesios 6:12.

28.- Los espíritus malos (demonios), fueron creados buenos por Dios, pero se hicieron malos por su propia culpa.

El Concilio IV de Letrán declaró contra el dualismo de gnósticos y maniqueos: “Diabolus enim et alii daemones a Deo quidem natura creati sunt boni, sed ipsi per se facti sunt mali”, Dz 428, cf. Dz 427.
 2Pedro 2:4, Judas 6, Juan 8:44, San Gregorio Magno (Moralia XXXIV 21, S.th. 1 63, 3)

29.-La misión secundaria de los ángeles buenos es proteger a los hombres y velar por su salvación.

Desde el Siglo XVI se celebra una fiesta especial para honrar a los ángeles custodios. El Catecismo Romano (IV 9, 4), enseña: “La Providencia divina ha confiado a los ángeles la misión de proteger a todo el linaje humano y asistir a cada uno de los hombres para que no sufran perjuicios”.
 Hebreos 1:14, Salmo 90:11, Judith 13:20, Tobías 5:27, Daniel 3:49, Orígenes (Contra Celsum VIII 34).

30.- El diablo, por razón del pecado de Adán, posee cierto dominio sobre los hombres.

El Concilio de Trento cita, entre muchas consecuencias del pecado de Adán, la esclavitud bajo el poder del diablo; Dz 788, 793.
 Juan 12:31, 2Corintios 4:4, Hebreos 2:14, Juan 3:8, 2Pedro 2:4, Judas 6.