Este blog no tiene actualizaciones, y se lee hacia atrás, solo es una recopilación de distintas publicaciones de otros blog expertos en estos temas... las publicaciones no son mías... Y me atrevo a publicarlas para que conozcas la Bimilenaria tradición de la Iglesia.

domingo, 27 de noviembre de 2011

La Misa - La Cruz


Como el sacrificio de Nuestro Señor esta en el corazón de la Iglesia, en el corazón de nuestra salvación y en el corazón de nuestras almas, todo lo que se relaciona con el Santo Sacrificio de la Misa nos toca profundamente a cada uno de nosotros personalmente. Tenemos que participar en este sacrificio para la salvación de nuestras almas. Tenemos que recibir la Sangre de Jesús por medio del bautismo y de los demás sacramentos, particularmente el sacramento de la Eucaristía, para salvar nuestras almas.

Nada nos dispone mejor a recibir el sacramento de la Eucaristía como meditar en el Santo Sacrificio de la Misa. Porque el sacrificio de la Misa es una fuente de sugerencias, de exhortaciones y de pensamientos que nos ponen en las disposiciones de caridad hacia Dios y el prójimo. El sacrificio de Nuestro Señor fue precisamente el mayor acto de caridad que jamás haya tenido lugar en la historia de la humanidad. “No hay mayor amor que dar su vida por aquellos que se ama” (Jn 15, 13)



El fin de Nuestro Señor Jesucristo fue ofrecerse en la Cruz. No vino para otra cosa. La Misa es la continuación de la Cruz; el fin de Nuestro Señor fue, pues, continuar su Cruz por medio del Santo Sacrificio de la Misa hasta el fin de los tiempos. Parece que muchas almas lo han olvidado, buscando la fuente de las gracias en pequeñas prácticas de devoción, en el rezo de algunas oraciones personales y en pequeñas devociones a tal o cual Santo… Está bien tener ciertas devociones, pero tengamos la devoción esencial, la devoción capital y fundamental de la Iglesia y de todos los Santos: la que nos trajo Nuestro Señor.

Nada puede reemplazar al Sacrificio de la Cruz. Ninguna devoción, incluso a la Santísima Virgen, puede reemplazar al Santo Sacrificio de la Misa. Y precisamente la Santísima Virgen nos mueve a llegar a la Cruz, donde Ella siempre esta presente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario