Este blog no tiene actualizaciones, y se lee hacia atrás, solo es una recopilación de distintas publicaciones de otros blog expertos en estos temas... las publicaciones no son mías... Y me atrevo a publicarlas para que conozcas la Bimilenaria tradición de la Iglesia.

martes, 31 de mayo de 2011

Dios Santificador: Extremauncion (Dogmas)

1. DEL SACRAMENTO DE LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS



1.-La extremaunción es verdadero y propio sacramento.

[1]   Define el Concilio de Trento: “Si quis dixerit, extremam unctionem non esse vere et proprie sacramentum a Christo Domino institutum et a beato Iacobo Apostolo promulgatum, sed ritum tantum acceptum a Patribus aut figmentum humanum, a.s.”, Dz. 926. Su Santidad San Pío X condenó la sentencia modernista de que el apóstol Santiago no pretendió en su carta hablar de un sacramento, sino recomendar una “práctica piadosa”, Dz. 2048.
 Marcos 6:13, Santiago 5:14, San Hipólito (Traditio Apostolica), Inocencio I (Dz. 99), San Cesario de Arlés (Sermo 13, 3; 50, 1; 52, 5; 184, 5), Beda el Venerable, de la época carolingia (Expos. Ep. Iac. 5, 14), cf. Testimonio del patriarca armenio Juan Mandakuni (Discurso XXV).

2.-El óleo es la materia remota de la extremaunción.

El Decretum pro Armenis (1439), enseña: “cuius materia est oleum olivae per episcopum benedictum”, Dz. 700, cf. 908.
 Santiago 5:14

3.-La forma consiste en la oración del sacerdote por el enfermo mientras le aplica la unción.

La Iglesia Latina usa las siguientes palabras: “Per istam sanctam unctionem et suam piissimam misericordiam indulgeat tibi Dominus, quidquid per visum (auditum, odorantum, gustem et locutionem, tanctum, gressum) delisqui. Amen”, Dz. 700, 908, cf. 1996.
 Santiago 5:14.

4.- La extremaunción confiere al enfermo la gracia santificante para aliviarle y reconfortarle.

Estos dos dogmas (5 y 4) se enseñan en el Decretum pro Armenis: “Effectus vero est mentis sanatio et, in quantum autem expedit, ipsius etiam corporis”, Dz. 700, el Concilio de Trento lo confirma, Dz. 927, 909.

  
5.-La extremaunción opera la remisión de los pecados mortales y veniales todavía existentes.

Estos dos dogmas (5 y 4) se enseñan en el Decretum pro Armenis: “Effectus vero est mentis sanatio et, in quantum autem expedit, ipsius etiam corporis”, Dz. 700, el Concilio de Trento lo confirma, Dz. 927, 909.

6.-La extremaunción produce a veces el restablecimiento de la salud corporal si ello conviene a la salud del alma.

Definido en el Denzinger 909.

7.-La extremaunción sólo puede ser administrada válidamente por los obispos y presbíteros.

Contra los reformadores, que por presbíteros entendían a los “ancianos” de la comunidad, el Concilio de Trento declaró que el término “presbíteros”, aplica a los sacerdotes ordenados por el obispo: “Si quis dixerit presbyteros Ecclesiae… non esse sacerdotes ab episcopo ordinatos, sed aetate seniores in quavis communitate, ob idque proprium extremae unctionis ministrum non esse solum sacerdotem, a.s.”, Dz. 929.
 Santiago 5:14 da a los laicos la instrucción específica de llamar a los presbíteros.

8.-La extremaunción sólo puede ser recibida válidamente por los fieles que se hallaren gravemente enfermos.

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