Este blog no tiene actualizaciones, y se lee hacia atrás, solo es una recopilación de distintas publicaciones de otros blog expertos en estos temas... las publicaciones no son mías... Y me atrevo a publicarlas para que conozcas la Bimilenaria tradición de la Iglesia.

martes, 31 de mayo de 2011

Dios Trino en Personas (Dogmas)



1.-En Dios hay tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo; y cada una de ellas posee la esencia divina que es numéricamente la misma…

La más antigua fórmula magisterial de fe en la Trinidad es el símbolo apostólico, que es su forma romana sirvió desde el siglo II para la enseñanza de los catecúmenos, y como profesión de fe en la administración del Bautismo, este símbolo está construido sobre la fórmula bautismal de Mateo 28, 29; Dz 1-12.
 El símbolo niceno puso de manifiesto la divinidad del Hijo y su consustancialidad con el Padre; Dz 54.
 El símbolo Quicumque, tiene una forma estructurada de la doctrina trinitaria de la Iglesia, en contra del sabelianismo y el triteísmo.
 La formulación más perfecta de la doctrina trinitaria en la época patrística la constituye el símbolo del Concilio XI de Toledo (675), compuesto de textos de Padres de la Iglesia; Dz 275-281.
 El Concilio IV de Letrán condenó el error triteísta de Joaquín de Fiore (Dz 428), y el Concilio de Florencia, que en el Decretum pro Iacobitis, presentó un compendio sobre la Trinidad. En su bula Auctorem fidei, el Papa Pío VI declara como acertada expresión referente a la Trinidad: “Deus unus in tribus personis discinctis”; Dz 1596.
 Génesis 1:26, Éxodo 3:2-14, Lucas 1:35, Mateo 3:16, Juan 1:32, etc.
 San Clemente Romano a los Corintios (46, 6); San Ignacio de Antioquia (Magn 13, 1; Eph 9, 1); San Justino (Apol. 1, 13); Atenágoras (Suppl.10); Tertuliano (Adv. Prax.).

2.-En Dios hay dos procesiones divinas inmanentes.

Los símbolos de Fe nos hablan de dos procesiones inmanentes en Dios: la generación del Hijo y la procesión del Espíritu Santo; cf Dz 86.
 Juan 8:42, , Juan 15:26.

3.-El sujeto de las procesiones divinas inmanentes (en sentido activo y pasivo), son las personas divinas, no la naturaleza divina.

El Concilio IV de Letrán defendió la doctrina de Pedro Lombardo contra los ataques del abad Joaquín de Fiore, declarando “Illa res (sc. substantia divina), non est generans neque genita nec procedens, sed est Pater, qui generat, et Filius, qui gignitur, et Spiritus Sanctus, qui procedit”; Dz 432.
 La Sagrada Escritura aplica sólo a las Divinas Personas los verbos Engendrar y Proceder.

  

4.- La segunda Persona Divina procede la primera por generación y guarda con ella la relación de Hijo a Padre.

El símbolo Quicumque confiesa: “Filius a Patre solo est, non factus, nec creatus, sed genitus”, Dz 39; cf el símbolo niceno (Dz 54).
 Juan 5:18, Romanos 8:32, Juan 4:9, Mateo 3:17, Romanos 8:29, Salmo 2:7, Hebreos 1:5.

5.-El Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo, como de un solo principio y por medio de una única espiración.

El Concilio Ecuménico de Lyon II (1274), declaró contra el sínodo constantinopolitano ortodoxo: “Fideli ac devota professione fatemur, quod Spiritus Sanctus aeternaliter ex Patre et Filio, non tanquam ex duobus principiis, sed tanquam ex uno principio, non duabus spirationibus, sed unica spiratione procedit”; Dz 460, fc. El símbolo del Concilio Toledano del año 447 (Dz 19), el símbolo Quicumque (Dz 39), el símbolo del Concilio XI de Toledo en el año 675 (Dz 277), el Caput firmiter del Concilio IV de Letrán (Dz 428) y el Decretum pro Graecis e igualmente el Decretum pro Iacobitis del Concilio  de Florencia (Dz 691, 703). La primera vez que el aditamento “et Filio” aparece introducido en el símbolo niceno-constantinopolitano es en el Concilio III de Toledo del año 589
 Mateo 10:20, Gálatas 4:6, Hechos 16:7, Romanos 8:9, Filipenses 1:19, Juan 15:26.
 Tertuliano (Adv.Prax.4), San Hilario (De Trin.XII, 56), San Ambrosio (De Spiritu Sancto 1, 120), San Agustín (In Ioan .tr.99,6; De Trin.XV,27,48).

6.-El Espíritu Santo no procede por generación.

El símbolo Quicumque confiesa, refiriéndose al Espíritu Santo: “nec genitus, sed procedens”; Dz 39; cf Dz 277, 303.
 La Escritura y la Tradición sólo hablan de un Hijo Unigénito, y la Tradición ya negó explícitamente que el Espíritu Santo proceda por generación: San Atanasio (Ep. Ad Serap 1, 16), San Agustín, C. Maxim II 14, 1.

7.-Las relaciones en Dios se identifican realmente con la esencia divina.

El símbolo de Reims (1148), declaró contra Gilberto de Poitiers, que en Dios no hay realidades, bien sean relaciones o propiedades o singularidades o unidades o lo que fuere, que existan desde la eternidad y no sean idénticas con Dios (“quae non sint Deus”); Dz 391. La proposición positiva es: “Quidquid in Deo est, Deus est”. El Concilio de Florencia declaró “In Deo omnia sunt unum, ubi non obviat relationes oppositio”; Dz 703.

8.-En Dios todo es uno, mientras no exista oposición relativa.

El llamado principio fundamental trinitario, formulado primero por San Anselmo de Cantorbery (De processione Spiritus S.2) y confirmado después solemnemente por el Concilio de Florencia en el Decretum pro Iacobitis (1441): “In Deo omnia sunt unum, ubi non obviat relationis oppositio” (Dz 703).

9.-Las tres Divinas Personas in-existen entre sí o están la una en las otras (pericóresis trinitaria).

El Concilio de Florencia, en el Decretum pro Iacobitis enseñaba con San Fulgencio (De fide ad Petrum 1, 4): “Propter hanc unitatem Pater est totus in Filio, totus in Spiritu Sancto; Filius totus est in Patre, totus in Spiritu Sancto; Spiritus Sanctus totus est in Patre, totus in Filio”; Dz 704.
 Juan 10:30; 10:38, Juan 14:9ss, 1Corintios 2, 10ss.
 San Juan Damasceno (De fide orth. 1 8;I 14;III 5).

10.-Todas las operaciones de Dios ad extra son comunes a las tres Divinas Personas.

El Concilio IV de Letrán (1215), enseña en el capítulo Firmiter que las tres divinas personas constituyen un único principio de todas las cosas (“unum universorum principium”; Dz 428). El Concilio de Florencia declara en el Decretum pro Iacobitis (1441): “Pater et Filius et Spiritus Sanctus non tria principia creaturae, sed unum principium”, Dz 704, cf. Dz 254, 281, 284.
 Juan 5:19, Juan 14:10
 San Agustín  (De Trin. 1 4, 7; Sermo 213, 6, 6).

No hay comentarios:

Publicar un comentario