Kapuzinergruft |
Desde 1633 el principal lugar de sepultura para los Habsburgo austríacos, es decir, para los Emperadores hereditarios del Sacro Imperio Romano Germánico y sus descendientes.
Antes de que el Convento de los Capuchinos fuera erigido para albergar en sus entrañas la Cripta Imperial de la Casa Habsburgo (siglos más tarde Habsburgo-Lorena), los emperadores y emperatrices eran inhumados en diferentes lugares según sus preferencias.
Fue el emperador Fernando III (que gobernó de 1637 a 1657) el que institucionalizó la cripta capuchina como hereditaria de la Casa Habsburgo.
Son 148 personas las que allí reposan: 12 emperadores, 17 emperatrices, 116 archiduques y archiduquesas. Solamente una persona ajena al linaje de los Habsburgo, la condesa Carolina von Fusch-Mollardt, preceptora y dama de honor de la emperatriz María Teresa, también preceptora de muchos de sus hijos, fue inhumada al lado de ella por expreso deseo de la misma emperatriz.
Sarcofago del Emperador de Mexico: Maximiliano de Habsburgo |
Sarcofago de la Emperatriz Maria Teresa Madre de Maria Antonieta la ultima Reina de Francia |
Tumba del emperador Francisco José I, flanqueada por la de su mujer, la emperatriz Isabel (Sissi) y la de su hijo Rodolfo |
Al llegar a la puerta de la cripta el maestro de ceremonias, normalmente el gran chambelán del monarca, llama a la puerta tres veces con una pértiga. El custodio de la puerta, el Prior de los capuchinos, pregunta ¿quién solicita entrar? a lo que el chambelán responde con el nombre del fallecido seguido de absolutamente todos los títulos -grandes y pequeños- del fallecido, en este caso Zita, Emperatriz de Austria, Reina de Hungría, etc... La puerta permanece cerrada y el custodio contesta "no le conocemos".
En este momento el maestro de ceremonias golpea una segunda vez y contesta a la pregunta del guardián de la puerta
-¿quién solicita entrar?
El chambelán responde con el nombre del finado y los títulos nobiliarios más importantes únicamente: Zita, nuestra querida Emperatriz y Reina.
Obtendrá la misma respuesta: "no le conocemos".
Llama una tercera vez.
El maestro de ceremonias responde a la tercera idéntica pregunta del custodio con el nombre del fallecido, sin apellidos ni títulos al que añadirá la coletilla "un pobre pecador"
-¿quién solicita entrar?
-Zita, una mujer mortal y pecadora.
-Que pase.
... Solo después de esto, la puerta se abrirá y continuará el cortejo fúnebre hasta el lugar de reposo eterno.
En esta recreación de la película Rodolfo, sobre el hijo del Emperador Francisco José, lo vemos también.
Esta sera la ultima vez que se hara este rito. Otto von Habsburgo-Lorena, el último descendiente que quedaba del último emperador de la Casa de los Habsburgo o lo que es lo mismo de los emperadores de Austria-Hungría.
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