Santísimo Cristo de la Expiración, Pedro Roldán (s.XVII)
Iglesia de Santiago
Écija (Sevilla) Ojos muertos que miráis
Con mirar indescriptible
Y con fuerza irresistible
Atraéis y cautiváis,
¿Por qué, si muertos estáis,
Tenéis tan viva expresión
Que así turbáis mi razón
Trocando vuestras miradas
En dos punzantes espadas
Que parten mi corazón?
Al veros, ojos piadosos,
Todo mi ser se conmueve,
¿Quién a miraros se atreve
Sin llorar, ojos llorosos?
Me cautiváis amorosos,
Me reprendéis justicieros,
Inspiráis dolor y calma,
Sois tiernos y sois severos,
Y las borrascas del alma
Enfrenáis solo con veros.
¡Ah! Permitid ojos píos,
Ojos que sois el encanto
Del cielo, que con mi llanto
Borre mis locos desvíos;
Bebí en cenagosos ríos
Aguas de ponzoñas llenas
Qué, al infiltrarse en mis venas,
Causaron fiebres ardientes.
¡Cómo olvidé que erais fuentes
De aguas dulces y serenas!
Amen
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