La comprobación de la muerte del Papa se realiza con los métodos médicos habituales.
Pero antiguamente:
La comprobación de la muerte del Papa, se hacia; acercando una vela encendida a los labios del Sumo Pontífice. Si la llama se movía, significaba que aún se conservaba un hálito de vida, y esta misma operación se realizaba varias veces hasta que la llama permanecía inmóvil, lo que significaba que el Papa había muerto.
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| S.S. Pio XII |
Todos los presentes en la habitación papal se arrodillan y comienzan los primeros responsos, y después, por orden jerárquico, se acercan al cadáver y besan su mano
Se encienden cuatro cirios a los pies de la cama papal y se coloca aceite y agua bendita junto al lecho mortuorio, para los responsos de los prelados visitantes.
El Camarlengo; Eugenio Cardenal Pacelli
comprobando la muerte de S.S. Pio XI
golpeando al Papa con el martillo
y llamándolo tres veces por su nombre de pila:
Aquiles, Aquiles, Aquiles.
El Camarlengo (quien se encargara del Vaticano hasta la elección del Pontífice Sucesor) ingresa a la habitación del Papa, vestido de violeta, en señal de duelo, acompañado de un destacamento de la Guardia Suiza.
Con un pequeño martillo de plata (en el que esta grabado el escudo de armas pontificio), el Camarlengo golpea suavemente tres veces la cabeza del Papa, al mismo tiempo que lo llama tres veces por su nombre de Pila (no por su nombre papal), para comprobar (por tercera vez) la muerte.
Esto se realiza en presencia del maestro de celebraciones litúrgicas, del secretario y del canciller de la Cámara Apostólica, y este último es el encargado de rellenar el Acta de defunción del Pontífice.
Al cadáver del Papa se le retira el Anillo del Pescador, símbolo del Poder Pontificio, lo que marca que su reinado ha concluido. Este anillo es inmediatamente destruido junto al sello de plomo del Papa (Bula) ante los Cardenales reunidos, para de esa manera evitar que puedan falsificarse documentos papales.
La Puerta de Bronce del Palacio Apostólico se cierra por la mitad y la campana de San Marcos comunica la muerte al mundo, doblando a muerto.
El cuerpo del difunto Pontífice era expuesto en tres ocasiones:
Para los honores y despedida de la Familia Pontificia: (domésticos o sirvientes): En los Apartamentos privados vestido en habito coral (sotana blanca, roquete, muceta roja y camauro)
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| S.S. Pio IX |
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| S.S. Leon XIII |
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| S.S. Pio XII |
Para los honores y despedida de la Corte Pontificia: En los Apartamentos Papales revestido de Pontifical (sotana, alba, tunicela, dalmática, casulla, fanón, manipulo, estola, mitra...)
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| Benedicto XV |
Para los honores y despedida de todos los fieles: En la Capilla del Santísimo Sacramento en la Basílica de San Pedro, (desde S.S. Pio XII, la salma del Papa se expone frente al altar de la Confesión)
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| S.S. Pio IX |
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| S.S. Leon XIII |
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| S.S. San Pio X |
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| S.S. Pio XI |
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| S.S. Pio XII |
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| S.S. Juan XXIII |
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| S.S. Pablo VI |
Cuando el Papa muere:
- · La diócesis de Roma se queda sin cabeza y, en consecuencia, toda la Iglesia Católica
- · Automáticamente todos los altos cargos de la Curia Romana quedan vacantes, empezando por el Secretario de Estado; la Iglesia queda totalmente sin gobierno.
- · Los únicos que mantienen su cargo, son: el Cardenal Camarlengo, el Cardenal Vicario de la Diócesis de Roma y el Decano del Colegio Cardenalicio
- · El Poder temporal del Vaticano reside en todos y cada uno de los Cardenales, ninguno por encima de otro y ninguno con Autonomía sobre los demás
- · Todos los proyectos y planes de gobierno mueren con el Papa o quedan inmediatamente suspendidos, así que nadie puede tomar decisiones que afecten a la Iglesia, salvo en casos de Extrema Urgencia
- · Todos los Cardenales se convierten en "Papas potenciales", por lo cual se les rinde honores de soberano, entre otras cosas son escoltados personalmente por los Guardias Suizos.
El Cardenal Camarlengo comunica la noticia de la muerte del Papa al Cardenal Vicario para la Urbe -para que lo notifique al Pueblo de Roma- y al Cardenal Arcipreste de la Basílica Vaticana. Así como al Cardenal Decano del Colegio Cardenalicio quien notifica al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede y él mismo será el responsable de hacer llegar la noticia a todos los Cardenales del mundo, convocándolos a Roma, para la elección del próximo Sucesor de San Pedro.
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